LA VOLATILIDAD DEL MERCADO INMOBILIARIO EN VENEZUELA
El mercado inmobiliario en nuestra Venezuela es tan inédito como ella misma y allí radica su importancia como caso de estudio. En el mes de Diciembre del 2018, los Profesionales Inmobiliarios contábamos con un inventario promedio de 30 inmuebles para la venta y 10 para el arrendamiento; con nuestros clientes propietarios dispuestos a vender a cualquier precio, producto de la desesperanza y alquilar a lo que impusiera el mercado con tal de no tener sus propiedades desocupados, so pena del riesgo implícito en cada situación. Los compradores eran muy escasos y ofrecían entre el 30 y 50% menos del valor de oferta de los inmuebles. Los arrendatarios, todos nacionales, por su parte, imponían sus condiciones y la fuerza de los hechos “obligaba” a los propietarios a aceptarlas. Sorpresivamente, a finales de Enero del 2019, algunos eventos cambiaron el tablero de juego y el mercado inmobiliario se replanteó; hubo una tentativa de ajuste de precios hacia arriba, tanto en el segmento de ventas como en el de alquileres, que sorprendió a los inversionistas y a los que apostaban a la baja este año; todo esto basado en un “supuesto” que a esta fecha, mediados de Marzo, sigue siendo eso, un supuesto. Al día de hoy, algunos propietarios evaluando esta coyuntura, nos han solicitado que paralicemos la venta de sus inmuebles apostando a obtener un mejor precio en el corto plazo y los que están decididos a vender en lo inmediato, tienen unas expectativas de precios irreales que los compradores no están dispuestos a satisfacer porque a la fecha, el panorama político y económico no ha dado señales claras de cambios que garanticen un Estado de Derecho en el que se respete la propiedad privada y las inversiones en general, sino que por el contrario “hay una sensación de retroceso” por el “efecto apagón nacional” ; ahora los prospectos compradores continúan ofertando sólo a precio de oportunidad y los propietarios rechazando las ofertas que hace dos meses anhelaban. Ahora las Inmobiliarias estamos ante un dilema : hasta hace poco teníamos muchos inmuebles en cartera y escasos compradores. Ahora tenemos algunos compradores y los pocos inmuebles en inventario , están a precios por encima de la oferta de los compradores. Y ahora, ¿qué hacemos?
Primero, adaptarnos a esta nueva realidad, asumirla y digerirla en toda su dimensión para proveernos de las herramientas necesarias que nos permitan manejarla, porque en una economía donde no existen indicadores ni valoraciones técnicas creíbles y confiables, simplemente se impone una de las leyes básicas de la Economía que no es otra que la Ley de Oferta y Demanda, palabras más palabras menos, el precio de los bienes que los oferentes sacan al mercado versus los precios que los oferidos están dispuestos a pagar por esos bienes, evaluando las condiciones del mercado mismo. Por lo que el denominado popularmente “Efecto Guaido” , en la práctica y aplicado al Mercado Inmobiliario, es una entelequia ... Ahora nos toca asesorar concienzudamente a nuestros clientes y aterrizarlos, tanto a propietarios/arrendadores como a los compradores/arrendatarios para que internalicen la situación actual y comprendan que este país cambió, que la crisis nos afecta a todos por igual y hay que asumirlo. O nos adaptamos o nos adaptamos. Si tiene expectativas reales o altas de precio no es el momento para satisfacerlas, en consecuencia no venda, salvo situación económica extrema de sobrevivencia. Y si opta por arrendar hágalo con profesionales expertos que le garanticen un contrato justo con persona jurídica, a corto plazo y pagos anticipados con un depósito en garantía ajustado a la normativa vigente que le permita realizar la reposición de algún mobiliario del inventario que forme parte del arrendamiento. De lo contrario, espere el mejor momento para transar.
Primero, adaptarnos a esta nueva realidad, asumirla y digerirla en toda su dimensión para proveernos de las herramientas necesarias que nos permitan manejarla, porque en una economía donde no existen indicadores ni valoraciones técnicas creíbles y confiables, simplemente se impone una de las leyes básicas de la Economía que no es otra que la Ley de Oferta y Demanda, palabras más palabras menos, el precio de los bienes que los oferentes sacan al mercado versus los precios que los oferidos están dispuestos a pagar por esos bienes, evaluando las condiciones del mercado mismo. Por lo que el denominado popularmente “Efecto Guaido” , en la práctica y aplicado al Mercado Inmobiliario, es una entelequia ... Ahora nos toca asesorar concienzudamente a nuestros clientes y aterrizarlos, tanto a propietarios/arrendadores como a los compradores/arrendatarios para que internalicen la situación actual y comprendan que este país cambió, que la crisis nos afecta a todos por igual y hay que asumirlo. O nos adaptamos o nos adaptamos. Si tiene expectativas reales o altas de precio no es el momento para satisfacerlas, en consecuencia no venda, salvo situación económica extrema de sobrevivencia. Y si opta por arrendar hágalo con profesionales expertos que le garanticen un contrato justo con persona jurídica, a corto plazo y pagos anticipados con un depósito en garantía ajustado a la normativa vigente que le permita realizar la reposición de algún mobiliario del inventario que forme parte del arrendamiento. De lo contrario, espere el mejor momento para transar.
Alida Marrero
Gerente
ALMAHouse Services C A
“Una Casa con Alma es un Hogar”.
Bella prima buena reflexión
ResponderBorrarGracias. Estamos para dar conocer nuestro sencillos conocimiento.
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